Inicio EcoVidaActualidad Verde ¿Se puede perder la memoria de los océanos?

¿Se puede perder la memoria de los océanos?

por Haiman El Troudi
0 comentarios
¿Se puede perder la memoria de los océanos?

La respuesta afirmativa a esta pregunta abre espacio a las duda, incertidumbre y preocupación, mientras los científicos advierten que la pérdida de la memoria de los océanos o memoria oceánica, forma parte de las consecuencias de la crisis climática en estos cuerpos de agua.

Y es que a medida que cambia el clima, cambian las aguas, con anomalías evidentes en su temperatura, estructura, corrientes e incluso su color.

Una investigación reciente al respecto indica que el entorno habitualmente estable de los océanos, se está volviendo cada vez más impredecible y errático, perdiendo su capacidad de regular y «recordar» las condiciones recientes por lo que, afirman los científicos, de alguna manera se puede perder la memoria de los océanos.

Estos cuerpos de agua tienen un rol extraordinario como reguladores del clima, y es esa función, precisamente, la que está en riesgo. Ellos condicionan el presente y el futuro del planeta, pues a gran escala determinan las condiciones climatológicas. De allí la importancia de que puedan seguir cumpliendo esta misión, especialmente ante la creciente presencia de eventos climatológicos extremos.

Océanos amnésicos

Un estudio reciente, publicado en Science Advances, advierte que el cambio climático está haciendo que se pierda la memoria de los océanos del mundo. La investigación, liderada por Daisy Hui Shi, científica atmosférica del Instituto Farallon en Petaluma, California, determinó la pérdida de estabilidad del entorno oceánico, que se vuelve cada vez más errático y, por tanto, impredecible. De esta manera, estos cuerpos de agua están perdiendo su capacidad de regular y «recordar» sus circunstancias.

Más allá del estudio meteorológico, esta memoria oceánica o persistencia de las condiciones en el océano, constituye una fuente importante de previsibilidad en el sistema climático. Sin embargo, a medida que cambia el clima, los océanos también se transforman.

Después de evaluar las proyecciones futuras de la última generación de modelos del sistema terrestre, investigadores de varios institutos, como la Universidad de Hawái en Mānoa, concluyeron que es como si los océanos sufrieran de amnesia.

«Demostramos que la memoria oceánica, medida por la persistencia interanual de las anomalías de la temperatura de la superficie del mar, se prevé disminuya de forma constante en las próximas décadas en gran parte del planeta», alertó Hui Shi.

Tiempo al tiempo

Los cambios en los océanos se producen lentamente, mientras el clima puede variar de forma drástica y rápida. Como se ha explicado, esa estabilidad viene a ser la memoria de los océanos. Los científicos indican que ésta se relaciona con el espesor de la capa superior, conocida como capa mixta (MLD). Al estudiar las temperaturas de la superficie del mar (TSM), los investigadores se percataron de que el cambio climático volverá a esa sección menos profunda.

Entonces, como a mayor contenido de calor en las capas mixtas más profundas, hay una mayor inercia térmica, habrá por tanto más memoria. Ahora bien, cuando los océanos se exponen al calentamiento antropogénico, la capa mixta se vuelve menos profunda y, en consecuencia, se reduce la memoria de los océanos.

Esta menor profundidad, según la investigación, se observó mayoritariamente cuando las temperaturas son mayores, es decir durante la primavera y el verano. Adicionalmente, con las variaciones dramáticas de la temperatura media global previstas en las próximas décadas, se espera que las temperaturas de la superficie del mar fluctúen de forma inusual. «Descubrimos este fenómeno examinando la similitud de la temperatura de la superficie del océano de un año a otro como una métrica sencilla de la memoria del océano», explicó Hui Shi.

Por otra parte, según los científicos, los efectos de los bancos de arena en la capa mixta del océano reducirán aún más la capa superior, al introducir mayores niveles de mezcla de agua. Esto también afectará la capacidad de inercia térmica del océano, lo que a su vez incidirá en que la parte superior del océano sea más susceptible a las anomalías de temperatura aleatorias.

Memoria y clima

Fuente: National Geographic.

En el artículo publicado en Science Advances sus autores explican que la persistencia de las condiciones de los océanos, es una importante fuente de predictibilidad climática.

«La reducción de la memoria oceánica y el aumento de las fluctuaciones aleatorias, indica la existencia de cambios intrínsecos en el sistema y nuevos retos en la predicción bajo el calentamiento», explica al respecto Fei-Fei Jin, profesor de ciencias atmosféricas de la Escuela de Ciencia y Tecnología Oceánica y Terrestre de la UH Mānoa.

También, la disminución de la memoria de los océanos podría dificultar, de forma considerable, la previsión de la dinámica oceánica y reducir los plazos de entrega de todo tipo de predicciones relacionadas con las temperaturas de la superficie del mar. Esto dificultará la capacidad de anticipar monzones, olas de calor marinas (OMC) y períodos de clima extremo, entre otros fenómenos.

A medida que la memoria de los océanos continúe perdiéndose, los científicos se verían obligados a buscar alternativas para realizar predicciones acertadas.

Posibles impactos en la fauna y el ecosistema

Calentamiento de los océanos en 2021 alcanzó récord histórico

Aunque no se conoce a ciencia cierta lo que significarán estos cambios de los océanos en la fauna marina, el estudio señala que «es probable que se produzcan impactos en las poblaciones». Sin embargo, expertos aseguran que es de esperarse que algunas especies tengan más facilidad para adaptarse que otras.

Por otra parte, el desplazamiento futuro de la capa mixta del océano inducido por el calentamiento, podría alterar además las temperaturas extremas. Esto, junto a la dificultad para realizar predicciones acertadas debido a la inestabilidad de las condiciones de la superficie oceánica, planteará nuevos desafíos en la gestión de los ecosistemas y la preparación frente a riesgos de diferente índole.

Para los científicos “la reducción de la memoria de los océanos podría hacer inexactas las estimaciones, por lo que se hacen necesarios nuevos enfoques en la gestión de la pesca, basada en los ecosistemas, que incluyan la vigilancia oceánica en tiempo real y otros esfuerzos.

La memoria de los océanos

Leonardo da Vinci comparaba, en el siglo XV, las corrientes oceánicas con el flujo de la sangre en el cuerpo humano. En ese senito, la información actual permite explorar la idea de que el sistema terrestre posee también un sistema circulatorio que, en este caso, captura, transforma y distribuye la energía solar.

Las aguas profundas llegan a la superficie de los océanos con características del clima terrestre de hace centenares de años, constituyendo la memoria oceánica del clima. Las profundidades marinas ocultan misterios que pueden determinar el devenir del planeta, y forman parte de la memoria de los océanos. Sus aguas viajan por todo el planeta, llevando el conocimiento de cientos de años. Cada molécula puede recordar las condiciones climáticas de tiempos remotos y predecir las condiciones atmosféricas en las que vivirán las próximas generaciones.

Un ejemplo de esto se remonta a 2010, cuando se investigó la magnitud del transporte y las transformaciones que experimentan las aguas en su viaje desde el océano austral hasta el Atlántico Ecuatorial. Se dice que el flujo de aguas muy densas, que cada invierno se forma a altas latitudes en el Atlántico Norte y Sur, actúa como una cinta planetaria transportadora de calor. Con un promedio de 30 millones de metros cúbicos por segundo, estas aguas realizan un largo camino de centenares de años por los océanos profundos, para después volver a la superficie oceánica.

Ese estudió evidenció que dicha corriente conecta los hemisferios sur y norte del océano Atlántico, con una complejidad extraordinaria. Determinar aguas de origen antártico muy frías a 300 o 400 metros de profundidad, muestra que el Atlántico ecuatorial actúa como el receptor final de esta cinta transportadora de calor.

El océano decide el clima

Científicos explican que, aunque la atmósfera controla el clima a pequeña escala, el océano determina los cambios en escala de centenares de años. Esto ocurre porque se requiere más calor para calentar un litro de agua que un litro de aire.

El cambio climático, por otra parte, es un ciclo natural en el que el océano interviene de forma decisiva. Al vivir en una época interglaciar, se forman más aguas profundas. El agua más fría tiene mayor capacidad para absorber el calor, por lo que esta intensificación del ciclo supone el calentamiento del planeta. Además, esta agua fría es más rica en carbono, principal responsable de la elevación de la temperatura atmosférica.

Calentamiento de los océanos en 2021 alcanzó récord histórico

Sin embargo, los científicos alertan sobre la necesidad de frenar la acción de la gran familia humana pues, aunque no es la única responsable del cambio climático, la emisión de gases de efecto invernadero rompe el ciclo natural del planeta.

Dado que se prevé que los fenómenos meteorológicos extremos sean cada vez más frecuentes en el futuro, se hace más evidente la necesidad de predecir con mayor exactitud las mediciones de la temperatura del océano, los niveles de precipitación y las anomalías atmosféricas. A medida que se continúa perdiendo la memoria de los océanos, también se corre el riesgo de perder la capacidad de predecir este tipo de eventos.

 

Con información de Muy Interesante, Tele 13, DW y Esfera del Agua


No te pierdas

Calentamiento de los océanos en 2021 alcanzó récord histórico

El calor extremo es la nueva normalidad para el océano

Colapso en circulación del Atlántico impactaría en el clima

Deje un Comentario

@Copyright 2018-2024 | Haiman El Troudi | Todos los derechos reservados.

Si continuas navegando en esta web, aceptas el uso de las cookies Acepto Leer Más

Política de Cookies y Privacidad