Cada año cuando llega la época de sequía, el bucare ceibo se cubre con flores de encendido color, embelleciendo los paisajes merideños. Árbol emblemático del estado andino, es uno de los más vistosos y llamativos de la región, especialmente en época de floración.
Además, el colorido y dulce néctar de sus flores atraen insectos y aves que complementan estos idílicos escenarios.
Por si fuera poco, estos árboles no vienen solos, cuando crecen en partes altas cuelgan de sus ramas plantas epífitas, destacando entre ellas las llamadas Barbas de palo las cuales, como una particular cortina de tonos grises y plateados, agregan otra nota diferente a los ambientes que resguardan a esto árboles.
Originario de la América tropical
Al final de la sequía, en los valles venezolanos no se encuentra el verdor que caracteriza al período de lluvias. En medio de este escenario, el florido bucare ceibo alegra el paisaje dándole un muy especial colorido.
Su época de floración suele ser de enero a mayo. Tiempo durante el cual, este árbol se despoja de su follaje y se llena de encendidas flores rojas o escarlatas, creando un espectáculo de extraordinaria belleza en el bosque seco tropical donde habita. Atraídos por el colorido y el néctar de sus flores acuden muchos insectos, los cuales, a su vez, son el cebo de cantidad y diversidad de aves insectívoras que encuentran un apetitoso manjar entre sus flores.
Este árbol originario de la América tropical, se encuentra entre los 400 y 1600 metros de altura, a todo lo largo de las cordilleras de la Costa y Andina. Se considera nativo del norte de Sudamérica, probablemente de las zonas comprendidas entre Panamá hasta Ecuador y Brasil. Regiones desde donde se ha extendido a las Antillas Mayores.
En Venezuela está ampliamente distribuido desde 400 metros sobre el nivel del mar hasta los 2.100 msnm en los estados andinos, así como en las partes altas de la cordillera de la Costa donde existe en mayor abundancia y donde sus flores toman una coloración más intensa, como sucede generalmente con los bucares que crecen en las zonas más altas.
Árbol emblemático de Mérida
El bucare ceibo, de nombre científico Erytrina poeppigiana, es un árbol de la familia papilionaceae o leguminosae, propio del trópico sudamericano andino y emblemático del estado Mérida.
De raíces son profundas, alcanza entre 10 a 30 metros de altura, mientras que el diámetro del tronco, erecto y cilíndrico, es de un metro en promedio, con un gran desarrollo de fuste corto, a veces con varias ramificaciones desde su base tomando habito arbustivo.
Su corteza es de color castaño a grisáceo o verdoso, con textura rugosa y corchosa, ligeramente acanalada. La corteza interior es gruesa y llega a medir hasta 2 centímetros de espesor. Las ramitas tiernas son verdosas y están cubiertas de pelos. Con el tiempo, se toman de un color gris – verdoso y presentan cicatrices de las hojas desprendidas. A menudo los bucares poseen espinas esparcidas, de alrededor 1,5 mm de largo.
Sus flores varían desde el naranja hasta el rojo escarlata. Crecen en racimos paniculados en el ápice de las ramas defoliadas. Este árbol se reproduce por semilla, tiene un crecimiento bastante rápido, posee un sistema radical es profundo y su vida es medianamente larga. En lo que respecta a sus hojas, éstas son compuestas y alternas, de 20 a 30 cm de largo, incluyendo los peciolos que son finamente vellosos, de color verde-claro y de seis a 20 centímetros de largo. Suelen aparecer en las ramas tiernas y se desprenden en el periodo de sequía tropical, de enero a mayo. Las nuevas brotan después de la floración.
El llamativo y útil bucare ceibo
Este llamativo árbol es usado principalmente con fines ornamentales por ser de fácil cultivo, así como por su atractiva floración. Además, atrae insectos y aves como colibríes, que polinizan sus flores.
También se utiliza para reforestaciones en parques o grandes extensiones verdes. Gracias a la sombra que proyecta, es muy común en las plantaciones de cacao y café, los cuales necesitan de la protección que dan los árboles más grandes y así desarrollarse apropiadamente. También es empleado para proteger las aguas.
Su madera es bastante liviana, aunque susceptible a la pudrición cuando está en contacto con el suelo. Es frecuente su uso en elaboración de cajonería, tableros aglomerados y para alimentación animal.
Todos bucares
Existen varios tipos de bucares. Al respecto, Lisandro Alvarado explica que se da esta denominación a varios árboles del género Erythrina. Entre las especies más conocidas están el bucare ceibo, y el Anauco, Erythrina glauca willd, la peonía o árbol de coral, Erythrina corallodendron.
El bucare es tan reconocido que Andrés Bello le hace mención en su “Silva a la Agricultura de la zona tórrida” (1826). “Adorne la ladera/ el cafetal; ampare/a la tierra teobroma en la ribera/la sombra maternal de su bucare”, dice el poema.
Ahora bien, el nombre genérico deriva del griego ερυθρος (erythros) que significa «rojo», refiriéndose al color de las flores de la mayoría de sus especies. Pero, también las hay de otros colores, como el naranja del bucare Anauco o bucare Reinoso (Erythrina Glauca Willd), árbol regional del estado Trujillo.
Por otra parte, al bucare se le conoce con otros nombres como anauco, búcaro, gallito, bucayo y pízamo. Anauco también lleva por nombre una de las quebradas que bajan del Waraira Repano. Su voz proviene de anaco, palabra tamanaca que designa a este árbol.
Palo florido
En las montañas y terrenos tropicales destacan las altas copas floridas y de encendido color del bucare ceibo. Por ello, en medio de ese ambiente, sus exuberantes flores rojas convierten sus copas en llamativas crestas.
Justamente de esta visión en el marco del verdor del monarca caraqueño, el Waraira Repano, proviene la expresión “palo florido”, heredada de tiempos coloniales. Se usaba para referir y destacar los atributos de un hombre en el vestir, habla, profesión, ocupación o talento propio. A partir de allí, el término “palo” se aplica en una lista muy larga de expresiones criollas.
Resulta sorprendente como una sola palabra asume distintos significados según el adjetivo que lo acompañe. Así palo de agua se refiere a una lluvia torrencial, palo de hombre o de mujer, a una persona valiente o muy determinada y palo abajo, cuando algo cae en decadencia o desgracia. También se usa para denominar el consumo de bebidas etílicas, casos en los que se dice tomarse un palo, caerse a palos, o cuando se quiere disminuir su importancia, tomar un palito.
Con información de Vereda ULA, PDVSA, Misión Árbol, Guardabosque USB, Red Patrimonio y Venezuela Tuya
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