Inicio EcoVidaActualidad Verde Elementos altamente contaminantes que ni sospechamos

Elementos altamente contaminantes que ni sospechamos

por Haiman El Troudi
0 comentarios
Elementos altamente contaminantes que no sospechamos

En nuestro día a día hay elementos altamente contaminantes de los que ni siquiera sospechamos. Artículos aparentemente inofensivos que hacen nuestra vida más cómoda y fácil, sin tener idea de su efecto nocivo para el ambiente.

Y es que, aunque cada día aumenta la cantidad de personas que toman conciencia de la huella ecológica que los seres humanos dejamos en el planeta, existen aún muchos elementos que al desecharlos traen consecuencias muy negativas.

Si bien acciones como la separación de residuos, el reemplazo de bombillos tradicionales por las de bajo consumo, la sustitución de bolsas plásticas por reutilizables y la conciencia sobre el gasto energético es una práctica a la que se suma cada vez más personas, en los rincones de nuestros hogares aún se encuentran una infinidad de productos medioambientalmente agresivos sin que lo sepamos.

Baterías descartables o pilas, globos para fiestas, toallas húmedas, escarcha o purpurina, y el aceite de cocina están entre esos elementos altamente contaminantes de uso común. Estos productos se convierten en serias amenazas por la forma inadecuada en la que se desechan. Son situaciones de las que apenas nos estamos percatando, y que debemos atender si queremos seguir teniendo un entorno saludable para vivir.

Pilas con las pilas

Elementos altamente contaminantes que no sospechamos

El uso de baterías desechables o pilas se ha vuelto cotidiano en la mayoría de los hogares. Además de que el tiempo de degradación supera los mil años, éstas son fabricadas con mercurio, zinc, cromo, arsénico, plomo o cadmio, elementos altamente contaminantes.

Apenas 50 años después de desechada, la pila inicia su proceso de degradación que se extiende hasta mil años, tiempo durante el cual continúa siendo muy nociva. Y es que, al oxidarse por la descomposición de sus elementos y la materia orgánica que los rodea, se daña la carcasa, liberando al ambiente todos sus tóxicos componentes. Por ello, el reciclaje de las pilas domésticas es necesario para evitar que los metales pesados que contiene contaminen el medio ambiente.

Las técnicas de tratamiento y reciclado varían dependiendo del tipo de pila. Existen distintas alternativas para el reciclaje de las pilas convencionales: pueden enterrarse en vertederos controlados, o separar las partes metálicas de la fracción salina y, posteriormente, mediante un proceso fisicoquímico se recupera el zinc, el manganeso y otros metales. También pueden incinerarse y recuperar por destilación del hierro, el níquel y el cadmio.

En cualquier caso, lo urgente es asegurar lo más pronto posible una adecuada gestión de las pilas como residuo.

Útiles pero peligrosas

Elementos altamente contaminantes que no sospechamos

Las toallitas húmedas se han convertido en un artículo común en cualquier hogar, pues sirven, según el tipo, para el cambio del pañal del bebé, limpiar, desinfectar, entre otros usos. Pero estas toallas suelen tirarse por los baños, creando inmensos cúmulos que bloquean las alcantarillas.

No es fácil pensar en las toallas húmedas como uno de los elementos altamente contaminantes. Para tener una idea del problema que generan, tomemos como ejemplo un fatberg (cúmulo de toallitas húmedas) del tamaño de un autobús que se tuvo que extraer de las cloacas londinenses en 2013. El acumulamiento de estos desechos en las cañerías de muchas ciudades de todo el planeta es tan grave que a estos cúmulos los han llamado monstruos.

Ante esta situación, muchos fabricantes están optando por ofrecer alternativas biodegradables, pero la opción más efectiva y ecológica será siempre volver a la vieja costumbre de emplear el agua y jabón, o al menos reducir al mínimo el uso de las toallas húmedas.

Innovación no tan ventajosa

Elementos altamente contaminantes que no sospechamos

Recientemente se ha puesto de moda el reemplazo de la tradicional bolsita de té por una de malla más sedosa con forma piramidal. Se comercializan como opción gourmet, pues suelen contener fragmentos más grandes de hojas o incluso las hojas enteras.

Estas novedosas bolsas pueden llegar a ser uno de los elementos altamente contaminantes, pues se fabrican con nailon o tereftalato de polietileno (PET), es decir plástico, lo que aumenta la cantidad de desechos de ese tipo que terminan en los vertederos y en el medio ambiente.

Por otro lado, tomando en cuenta que en la actualidad se recomienda usar limitadamente las botellas desechables por la posible contaminación de su contenido, beber infusiones hervidas en ese tipo de plástico tampoco sería aconsejable.

No tan brillante para el ambiente

Elementos altamente contaminantes que no sospechamos

La escarcha o purpurina es uno de los materiales favoritos de muchos niños y niñas, y aunque parece inofensiva, no lo es. Este llamativo material está compuesto por pequeños fragmentos de PET, un microplástico que forma parte de los elementos altamente contaminantes.

Debido a esto, un grupo de escuelas en Reino Unido decidió, recientemente, prescindir del uso de la escarcha por motivos ambientales.

Ciertos expertos promueven una iniciativa para prohibir la purpurina plástica, mientras que otros señalan que aún no existen suficientes datos para asegurar efectos adversos. Aunque ya existen opciones que se venden como biodegradables en el mercado, la solución consiste en reducir su uso.

El lado oscuro de los globos

Elementos altamente contaminantes que no sospechamos

La alegría que proporcionan los coloridos globos a una celebración, se convierte en oscuridad a la hora de ser desechados, pues se trata también de elementos altamente contaminantes.

Según el Reporte para la Conservación de los Océanos de 2011 (Ocean Conservancy 2011 Report), en los últimos 25 años las limpiezas costeras en más de 150 países han registrado más de 1.2 millones de globos acumulados en las costas. Con ello se suma un elemento más a la preocupación por la contaminación plástica.

Varios estudios se han centrado en el impacto de los globos como desechos marinos. Entre estos, una investigación de la Universidad de Tasmania señala a los globos como el riesgo de mortalidad número uno para las aves marinas. Según este estudio, es 32 veces más probable que la ingestión de un globo o fragmento de éste cause la muerte a las aves, que la ingestión de plástico duro. En estos casos, la causa principal de muerte es el bloqueo del tracto gastrointestinal. El resultado de este bloqueo es una muerte lenta y dolorosa por inanición.

Un estudio de la costa australiana del 2016, mostró que las pardelas de Tasmania, que generalmente se alimentan de calamares rojos, ingirieron 82% de todos los globos encontrado en aves fallecidas que se registraron en esta investigación. Además de las aves marinas, los globos también representan un alto riesgo para los mamíferos marinos y las tortugas. Por ejemplo, en 2012, una evaluación de tortugas marinas fallecidas descubrió que los globos o fragmentos de globos representaban el 78% del plástico en el contenido del estómago.

Argumentos no tan claros

Elementos altamente contaminantes que no sospechamos

Ahora bien, la industria de globos que mueve millones de dólares en todo el mundo, maneja argumentos en su defensa. Aseguran entre otras cosas que los globos de latex pueden ser liberados sin causar daños, pues se elevan a una altura de ocho kilómetros, donde se fragmentan en piezas minúsculas que retornan al medio ambiente sin causar daño.

Pero la realidad es otra. BalloonsBlow, una organización sin fines de lucro dedicada a alertar sobre los efectos destructivos de los lanzamientos de globos, advierte que “todos los globos de látex caen a la tierra como basura. Algunos aterrizan completamente intactos, otros explotan en pedazos: todos pueden asemejar una comida tentadora para cualquier animal, ya sea que caigan en tierra o en el mar”.

Elementos altamente contaminantes que no sospechamos

Por otro lado, los fabricantes aseguran que los globos de látex son biodegradables, pero incluso la degradación del látex de caucho natural es un proceso lento que puede tomar varios años. Aún más cuando el material es tratado químicamente, pues en el proceso de fabricación se agregan tintes artificiales, plastificantes y aceleradores. Además, se tratan con otras sustancias para prevenir la descomposición bacteriana, como amoníaco, tiuram y óxido de zinc, elementos altamente contaminantes que pueden afectar aún más al medio ambiente al filtrarse en las aguas.

Además, no son biodegradables los alegres globos de aluminio, hechos en un tipo de nailon recubierto por una capa delgada de aluminio. A todo esto, se suman las cintas y los clips de plástico que terminan en el ambiente marino. En varias ciudades y países, los lanzamientos masivos de globos son ilegales, práctica que debería extenderse a todo el mundo. Existen alternativas festivas amigables con el ambiente como pompones de papel de seda, molinillos y banderines.

Resbalosa amenaza

Elementos altamente contaminantes que no sospechamos

Resulta difícil cocinar sin aceite vegetal, sustancia muy empleada en hogares, hoteles, restaurantes, etc. Buena parte del aceite para cocinar se utiliza en procesos de fritura que lo alteran químicamente. Y para evitar que contamine el agua debe gestionarse correctamente su desecho.

En el caso del uso comercial, el aceite usado debe entregarse a empresas gestoras autorizadas para que reciba tratamiento adecuado. Incluso puede convertirse en materia prima para la producción de biodiesel, generando actividad económica y reduciendo la dependencia de combustibles fósiles.

Elementos altamente contaminantes que no sospechamos

Cuando se desecha el aceite usado de forma inadecuada, a través de fregaderos y desagües, se convierte en uno de los elementos altamente contaminantes del agua, causando problemas en las redes de saneamiento, y aumentando los costos en el proceso de depuración de las aguas residuales.

Un litro de aceite usado contiene aproximadamente 5.000 veces más elementos altamente contaminantes que el agua residual que circula por las alcantarillas y redes de saneamiento. Puede contaminar 40 mil litros de agua, lo que equivale al consumo de agua anual de una persona. En las redes de saneamiento, al unirse con restos de detergentes y jabones, los aceites usados provocan las llamadas “bolas de grasa” que podrían atascar los colectores.

Está en nosotros, los consumidores el poder de cambiar muchas amenazas a la vida silvestre y el medio ambiente. La solución es tomar conciencia de lo que compramos y de cómo eliminamos los desechos.

 

 

Con información de Servicios Ecológicos, Envirobites y Open Mind


No te pierdas

¿Respiramos microplásticos?

La contaminación por plástico podría triplicarse para 2040

> ¿Estamos viviendo la Edad del Plástico?

¿Podemos reducir el plástico en nuestra vida?

¿Por qué debemos evitar el uso de las bolsas de plástico?

Deje un Comentario

@Copyright 2018-2024 | Haiman El Troudi | Todos los derechos reservados.

Si continuas navegando en esta web, aceptas el uso de las cookies Acepto Leer Más

Política de Cookies y Privacidad