El viacrucis viviente es una de las actividades más tradicionales y populares de la Semana Santa en Venezuela. Una manifestación en la que confluyen la fe, la cultura y la organización popular en muchos lugares de nuestro país. Algunas de ellas tienen décadas de historia y su práctica, ha pasado de generación en generación.
Con el conquistador español también arribó la fe católica, sus creencias y rituales a las costas venezolanas, incluyendo las de la Semana Mayor. El Vía Crucis de la Semana Santa, específicamente, representación de la espiritualidad cristiana en la que se dramatiza, mediante estaciones, el trayecto de Jesús desde su detención y condena, hasta su muerte en El Calvario.
Se presume que las primeras representaciones de este “camino de la cruz” se hicieron en Cumaná y Coro (donde se ofició la primera misa frente a una cruz de cují). De estas ciudades irradiaría la evangelización y, con ella, sus tradiciones al resto del país.
Desde entonces en muchas poblaciones venezolanas mantienen esta representación, que usualmente se realiza cada Viernes Santo con el fin de recordar la vida, pasión y muerte de Jesucristo. Momento que la feligresía aprovecha para pagar promesas y agradecer los favores concedidos.
Hagamos un recorrido por algunas de estas representaciones tradicionales del fervor criollo.
El Viacrucis viviente de Petare
Uno de los viacrucis más conocidos del país es el que se realiza en Petare, al este de Caracas. Aparece registrado en el Catálogo del Patrimonio Cultural levantado por el Instituto del Patrimonio Cultural (IPC).
En el texto dice que “en la parroquia Sucre, urbanización Altavista, se realiza una caminata por distintas estaciones donde se representa toda la vida, la pasión y la muerte de Jesús. Las estaciones se distribuyen por las principales calles Real y el Estadio. Los parroquianos asisten al sacerdote en la organización del Vía Crucis y algunos vecinos ofrecen sus casas para que se coloque en ellas una estación determinada. Durante el trayecto el sacerdote encabeza la procesión acompañado por los monaguillos y seguidos por todo el pueblo. Se reza el rosario, se canta y se lee algo alusivo a cada estación”.
Como otros viacrucis vivientes, durante la pandemia no pudo realizarse, pero cuenta con más de una década de historia y es llevado a cabo por jóvenes actores y el movimiento de apostolado que hace vida en la comunidad.
Cada año, el pueblo de Petare sigue la escenificación hasta llegar a El Morro, donde cientos de personas presencian el momento en que Jesús es subido a la Cruz, junto a los dos jóvenes que representan a los dos ladrones que murieron con él. Al pie de la cruz está María, quién recibe a su hijo en brazos, dando pie a un momento muy emotivo para todos los presentes.
En Caracas también tienen viacrucis
Esta manifestación y tradición religiosa del viacrucis viviente también se registra en el municipio Libertador de Caracas. Al respecto, el Catálogo del Patrimonio Cultural Venezolano correspondiente a este municipio señala que actores y habitantes de distintas localidades de Caracas organizan la representación de la pasión y muerte de Cristo en catorce estaciones.
Este acto, describe el IPC, “es realizado en varias parroquias del municipio, pero la representación más conocida es la presentada en el centro de la ciudad capital”, la cual es generalmente llevada a cabo por la agrupación Rajatabla en una actividad organizada por el gobierno municipal.
Por otro lado, en la parroquia Antímano se dramatizan las estaciones acompañadas con cantos y el rezo del rosario. Al finalizar, el sacerdote hace una oración comunitaria.
El cristo viviente del Orinoco
Al hablar de viacrucis viviente en Venezuela no se puede dejar de lado a “El Cristo del Orinoco”, obra colectiva que se ha convertido en una tradición en los eventos culturales y religiosos de la Semana Santa en Ciudad Bolívar.
Representación al aire libre que tiene como escenario la imponente belleza del río Orinoco, el Puente Angostura, las islas de El Degredo y la Piedra del Medio, entre otras maravillas naturales, que caracterizan a la capital del estado Bolívar. Se presenta desde el Jueves Santo hasta el Sábado de Gloria en las arenas del Playón La Cocuyera, localizadas al pie del Puerto Blohm o “puerto de las lanchitas”.
Las rocas que afloran en el río Orinoco se asemejan al Monte Calvario y en la escena se colocan tres grandes cruces de madera que indican el lugar final de la presentación, cuando son crucificados Jesús y dos ladrones sentenciados a muerte por Poncio Pilatos. El sitio se ubica el pie del Paseo Orinoco, uno de los principales centros turísticos de Ciudad Bolívar.
Desde la década de 1990, los miembros de la Fundación Cristo del Orinoco y la Casita de Los Títeres trabajan para revivir, a través del teatro, la Muerte, Vida, Pasión y Resurrección de Jesucristo. Hoy, la obra está próxima a cumplir las tres décadas de existencia.
Bien de Interés Cultural de la Nación
Además de su importancia como manifestación cultural, la obra cuenta con un semillero que aumenta con cada temporada. En total tiene un elenco de más de 300 personas entre actores, actrices y técnicos, integrado por niños y jóvenes de barrios y urbanizaciones de Ciudad Bolívar y Soledad.
Innumerables personas asisten durante cuatro días a este sector del Orinoco para presenciar la representación en vivo de la vida, pasión, muerte y resurrección deJesús en un hermoso escenario natural.
Declarada como patrimonio cultural de la localidad y Bien de Interés Cultural de la Nación, en esta obra emblemática se unen la historia de Jesús y la cotidianidad de los habitantes de Ciudad Bolívar. Cada año cuenta historias locales y dejando mensajes a los asistentes.
Por otro lado, los visitantes tienen la oportunidad de observar murales, estatuas vivientes de los personajes de la obra, arte corporal, entre otras actividades que se realizan durante esa semana.
Trujillo tiene viacrucis vivientes en todos sus municipios
En cada uno de los 20 municipios trujillanos se llevan a cabo vía crucis los cuales, además de actos para renovar la fe, se han convertido en atractivos turísticos de ese estado andino.
Uno de los más conocidos se organiza en el sector Santo Domingo, de la parroquia Mercedes Díaz del municipio Valera. La representación, que se ha realizado por más de 35 años en esta populosa comunidad, parte del sector La Cruz.
También en la población de Tostós, en el municipio Boconó de Trujillo se realiza la escenificación de la vida, pasión y muerte de Jesucristo, que atrae a propios y a visitantes.
No puede dejar de mencionarse el viacrucis viviente de la parroquia Tres Esquinas, también en la capital del estado, el cual tiene más de 47 años y ha sido declarado patrimonio cultural y religioso de la entidad andina.
Los jóvenes mantienen la tradición en Zulia
Con dos décadas de existencia, el viacrucis viviente de la juventud de la Parroquia San Rafael Arcángel de El Moján, fue reconocido como patrimonio cultural intangible del municipio Mara en 2017, como reconocimiento a esta manifestación educativa, cultural, y religiosa que cumple con los principios de la pluriculturalidad, y contribuye a fortalecer la paz en las familias.
En este poblado zuliano, cada noche del domingo de ramos los jóvenes de Acción Católica presentan la escenificación de la pasión y muerte de Jesús, en el contexto de las Jornadas Mundiales de la juventud.
Los muchachos organizan, durante meses, el evento que toma las calles de San Rafael de El Moján, para meditar acerca del misterio de amor de Dios más grande hacia la humanidad. La actividad cuenta con el apoyo de la comunidad, así como de empresas públicas y privadas.
Con información de Miranda, IAM Venezuela, Últimas Noticias, Steemit, Nueva Prensa Digital y Kerigma
Catálogo de Patrimonio Cultural Venezolano 2004-2006, Municipio Sucre, estado Miranda. Instituto de Patrimonio Cultural, publicado por Alba Ciudad.
Catálogo de Patrimonio Cultural Venezolano 2004-2006, Municipio Libertador, Distrito Capital. Instituto de Patrimonio Cultural, publicado por Alba Ciudad.
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2 comentarios
Estupenda reseña sobre una manifestación escénica popular de gran arraigo en muchas localidades del país. Una observación necesaria: el Via crucis que se presenta o presentaba en el centro de Caracas, gestionado por la Alcaldía de Caracas, no tiene absolutamente nada que ver con el grupo teatral Rajatabla, que es una agrupación dedicada a montar obras dramáticas de otra índole.
Muchas gracias.