De acuerdo la experiencia y tradiciones del pueblo apureño si a la Flor de Bora se la lleva la corriente, el río en el que ocurre crece y es posible que la fuerza de la crecida sea capaz de causar serias inundaciones. Lo contrario augura que será una temporada con las aguas fluviales en calma.
Proclamada flor emblemática del estado Apure, la Flor de Bora (Eichhornia crassipes) es una planta de agua procedente de la familia Pontederiaceae, también presente en el Amazonas, que brinda su hermosura a todo el ambiente que la rodea. Pero también causa polémica, pues para unos países es nociva, mientras que en otros es aprovechada como fitorremediador.
Los expertos indican que la Flor de Bora, llamada además Jacinto de agua, Camalote, Lirio Acuático, Buchón de Agua, Tarulla, Tarope, Aguapey, Lechuguín o Reyna, es originaria de las llanuras de Venezuela y Colombia. Esta planta que se distribuye en Argentina, los Estados Unidos, México, Las Antillas y partes más cálidas del hemisferio occidental, actualmente ha colonizado casi todos los continentes.
Única de su género estrictamente flotante
Eichhornia crassipes es la única especie de su género estrictamente flotante gracias a los pecíolos de las hojas, que son esponjosos y están engrosados. Adicionalmente, poseen un tejido con celdas o espacios amplios, llenos de aire que le permite a la planta mantenerse en la superficie acuática.
La Flor de Bora puede encontrarse en aguas dulces, como ríos, lagos, embalses y charcas de regiones cálidas. También se cultiva en estanques y fuentes. Sus hermosas flores moradas, con una mancha amarilla en el lóbulo superior del perianto para atraer a los polinizadores en su mayoría abejas, embellecen el paisaje donde se encuentre.
De tallo sumamente corto, el Jacinto de Agua tiene hojas ascendentes a extendidas, en disposición circular que se encuentran a la misma altura, con presencia de diferentes tipos de hojas, dimorfismo foliar característico en plantas acuáticas, pues cuentan con hojas sumergidas y aéreas.
La Flor de Bora es catalogada como especie exótica invasora
Está incluida en la lista de las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo, hecha por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, debido a que consume todos los nutrientes en el agua donde ella se encuentre.
La planta obtiene del agua todos los nutrientes que requiere para su metabolismo, siendo el nitrógeno y el fósforo, junto a los iones de potasio, calcio, magnesio, hierro, amonio, nitrito, sulfato, cloro, fosfato y carbonato, los más importantes.
Como su abundancia cambia drásticamente las condiciones de los humedales, la Flor de Bora es catalogada como una plaga en diversas regiones del planeta. Por ejemplo, en España, debido a su potencial colonizador se ha constituido en una grave amenaza para las especies autóctonas, los hábitats o los ecosistemas.
Por ello está prohibida su introducción en el medio natural, posesión, transporte, tráfico y comercio. Vale destacar que solo afectan su crecimiento la alta salinidad en el agua y temperaturas menores de cero grados centígrados.
Reconocida para la recuperación de suelos contaminados
No obstante, la mala fama de la Flor de Bora no cala en un buen número de países donde, gracias a sus características depuradoras y facilidad de proliferación, es aprovechada como fitorremediador. Vale decir, es reconocida como útil para para la mejora funcional y recuperación de suelos contaminados.
Posee la Eichhornia crassipes un sistema de raíces que pueden tener microorganismos asociados a ellas, lo que favorece su acción depuradora. Son capaces de retener en sus tejidos una gran variedad de metales pesados como cadmio, mercurio y arsénico específicamente.
El mecanismo para lograrlo es mediante formaciones de complejos entre el metal pesado con los aminoácidos presentes dentro de la célula, una vez absorbidos por las raíces que cuentan con gran cantidad de celulosa.
Eichhornia crassipes también es una planta medicinal
La Flor de Bora también es valorada como planta medicinal, fertilizante de suelos y decorativa. Tradicionalmente ha sido usada para ayudar a controlar la fiebre, diarrea y dolores de cabeza; así como la diabetes y contusiones. Por otra parte, es usada para la fabricación de compost, papel y fibras textiles.
Destaca, además, que Eichhornia crassipes se ha utilizado en diferentes investigaciones para tratar las aguas contaminadas con cromo del sector de curtiembres (donde se transforma la piel de un animal muerto en cuero), utilizando la biomasa seca y triturada para el diseño y desarrollo de biofiltros biológicos, sistema de tratamiento con los que se podrían tratar las aguas de una manera fácil y más económica.
Con información de Senderos de Apure, INaturalist Ecuador, Inaturalist España y Wikipedia
Fotos cortesía de El Apure de Hoy (Instagram), Invasep, Researchgate y Facebook
No te pierdas
> El Merecure es frondoso, resistente y longevo
> Los Médanos de la Soledad irrumpen la inmensidad de la llanura apureña
> Catedral de San Fernando Rey, iluminada y moderna
1 comentario
Interesante el relato me encanta la Flor de Bora su lila suave, hermoso, la represa de la Mariposa se pone hermosa