Dar a conocer la fauna venezolana e incentivar el amor por la naturaleza para propiciar la conservación de la rica diversidad biológica de nuestro país, fue una constante en la vida de Pedro Trebbau.
El reconocido zoólogo, médico veterinario, docente e investigador venezolano nacido en Alemania, llegó a Venezuela en 1953. Su mayor motivación era conocer la Estación Biológica Rancho Grande, ubicada en el Parque Nacional Henri Pittier. Un área protegida que destaca por su amplia variedad de hábitats, un alto número de especies autóctonas, albergar más del 40% de la avifauna del país y ser un corredor natural para especies de aves migratorias.
A Pedro Trebbau le entusiasmaba, además, la posibilidad de realizar pasantías en la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Central de Venezuela (UCV), cuya sede estaba cerca de la estación biológica. Llegó a Maracay con 24 años y el firme propósito de aprovechar esta oportunidad para ampliar conocimientos en zoología durante el semestre que permanecería en el país.
Pero el joven estudiante quedó cautivado por la belleza natural de Venezuela, la riqueza de su geografía llena de contrastes, la amplia diversidad de su fauna y flora, la calidez de su gente. Decidió quedarse en el país, lo hizo suyo, lo recorrió, estudió y disfrutó. Aquí se realizó como zoólogo e investigador, compartió sus conocimientos más allá del ámbito científico y formó una familia junto a Helena López Fraíno, bisnieta del general y expresidente Hermógenes López.
Pedro Trebbau y su pasión por los animales
Karl Peter Trebbau Millowitschs, mejor conocido como Pedro Trebbau, nació en Colonía, la ciudad alemana más antigua y el centro cultural de la región del Rin, el 20 de mayo de 1929.
Fue introducido al mundo del teatro, oficio familiar en cual participó, y al cine por su mamá, su abuelo y su tío. Desde su más tierna infancia le incentivaron el valor de hacer las cosas por sí mismo.
La conexión de Trebbau con la naturaleza y su pasión por los animales inició en su niñez. La presencia de peces, lagartijas y culebras era común en su casa donde conoció la historia de su bisabuelo creador de un zoológico. El contacto del pequeño Pedro con los animales se fortaleció durante sus continuas visitas a los zoológicos de su ciudad natal, lugares en los que disfrutaba observarlos y darles de comer.
Desde los 12 años de edad manifestó, muchas veces, un deseo que hizo realidad en una tierra a la que se integró, hizo suya y amó hasta el 16 de enero de 2021, día de su fallecimiento en Caracas: “Seré veterinario, zoólogo y director de un zoológico”.
Llegó para quedarse
Cuando Pedro Trebbau decide venir a Venezuela, inspirado por Alexander von Humboldt y atendiendo la invitación que le hiciera Guillermo Vogelsang, decano de la Facultad de Medicina Veterinaria de la UCV, hoy Facultad de Ciencias Veterinarias, ya había estudiado biología en las universidades de Frankfurt y Freiburg, y cursaba medicina veterinaria en la Universidad de Giessen.
Antes de viajar a nuestro país, cursa un semestre en la Universidad de Barcelona, España para aprender español y aprovechar al máximo esta oportunidad de ampliar sus conocimientos en zoología, estudiando la fauna venezolana. Llega a Maracay en 1953 con un microscopio, un largavista, unos libros y equipaje para seis meses, pero su estadía se prolongó y en 1957 decide establecerse en el país y se nacionaliza venezolano. Comparte su tiempo entre de estudio entre la universidad y la Estación Biológica Rancho Grande, dejando registro de todas observaciones como lo hizo a lo largo de su trayectoria como investigador científico.
Tres años después de su arribo a Venezuela, en abril de 1956, participa en su primera expedición a la a la meseta Auyantepuy, luego realizaría una segunda en 1958. En esta excursión científica, organizada por UCV, en la que participaron profesores, investigadores y estudiantes de la escuela de Biología e Ingeniería, y la Facultad de Agronomía, el único representante de la Facultad de Medicina Veterinaria fue Trebbau.
Sobre esta expedición científica universitaria, significativa por las muestras de flora y fauna colectadas además de los hallazgos de nuevas especies para la ciencia, expresó: “Fue una experiencia única haber subido a pie el Auyantepuy. Llevamos un busto de Bolívar que se colocó arriba. Todavía está”.
Parque Zoológico de Caricuao
A finales de 1957 vuelve a Alemania para culminar la carrera de médico veterinario. Título en mano viaja a San Diego, Estados Unidos, para realizar una pasantía en el zoológico de esa ciudad antes de regresar a nuestro país.
Trebbau retorna a Venezuela en 1958 y culmina sus estudios como médico veterinario de la UCV. Una vez graduado, asume el cargo de director Técnico del Zoológio El Pinar de Caracas hasta 1974. Ese año se crea por decreto la creación del Zoológico de Caricuao, un proyecto en el que ya venía trabajando con la directriz de desarrollar un parque grande, moderno, donde los animales pudieran estar en espacios abiertos, sin jaulas.
Al referirse a la inauguración del zoológico caraqueño, concebido con el propósito de contribuir a la conservación, reproducción e investigación de distintas especies animales particularmente las que están en peligro de extinción, así como para la recreación y educación de los visitantes, Pedro Trebbau dijo: “Fue una gran satisfacción”.
El Parque Zoológico de Caricuao fue abierto al público el 31 de julio de 1977. Su primer director fue el zoólogo venezolano de origen alemán, quien asumió con pasión y compromiso la realización de este proyecto. Estuvo al frente hasta 1979.
La televisión como medio para llegar a un público amplio
Dar conocer la diversidad biológica de Venezuela, particularmente la riqueza de su fauna fue un compromiso que Pedro Trebbau asumió con pasión. Compartió sus conocimientos dentro y fuera del ámbito científico para incentivar el amor por la naturaleza y su conservación.
La televisión fue el medio ideal para llegar a un público amplio, especialmente a los niños, motivar el interés por la biodiversidad venezolana y la importancia de preservarla. A mediados de la década de 1960, Trebbau se inicia en la producción y conducción de diferentes programas transmitidos por la ya extinta Televisora Nacional Canal 5 y Venezolana de Televisión: Zoológico Infantil, La Fauna y Campamento de la Selva, donde interactuaba con los animales de diversas especies que llevaba al set mientras ofrecía información científica sobre ellos y su medio ambiente.
También realizó micros para Venezolana de Televisión y produjo programas para la televisión europea y de Estados Unidos, país en el cual fue reconocido por las Academia de Ciencias y Artes de la Televisión en los períodos 1968-1969 y 1969-1970.
En la década de 1970 aprendió a volar y se compró la avioneta con la que recorrió el país para continuar investigando, haciendo un registro audiovisual y escrito de sus observaciones y hallazgos, llevando el equipo de televisión al campo. Aseguró durante una entrevista en los años 80 que “sin ese medio de transporte, no habría realizado ni las tres cuartas partes de su trabajo”.
Venezuela, uno de los países más bellos del mundo
Una de las razones por las que Pedro Trebbau se establece en Venezuela fue la calidez de la gente. Durante los años que estuvo en Maracay se sintió a gusto, aceptado por sus compañeros de estudios de la Facultad de Medicina Veterinaria, sus colegas zoólogos y todas las personas con quienes compartió durante ese tiempo.
“El venezolano en general es muy abierto. Este es un país que yo quiero, que yo amo”, expresó Trebbau.
Su conexión con el país que hizo suyo se fortaleció, aún más, cuando conoce a Helena López Fraíno, nacida en Valencia, estado Carabobo. Se casan en 1964 y forman una familia con sus siete hijos.
“Para mi Venezuela es uno de los países más atractivos, más bellos del mundo. Aquí en Venezuela tenemos de todo. Tenemos playas, tenemos selva, tenemos agua, tenemos las montañas, etcétera, y tenemos a los venezolanos que son personas excelentes”.
Un legado
El trabajo científico de Trebbau quedó documentado para la posteridad. Libros, artículos para revistas científicas, registros audiovisuales (cine, video y fotografía) dan cuenta de sus observaciones y hallazgos, son aporte a la historia de la zoología y estudio de la fauna venezolanas.
Investigo y escribió diversos artículos sobre las toninas del río Apure cuando se había dicho muy poco sobre ellas. “Se centró en la ecología y en describirlas con obsesiva precisión”. También hizo lo propio para informar sobre un nuevo género de corales cenenosas; la nutria, el chigüire, el rabipelao, los pequeños felinos y las especies de animales en extinción de Venezuela, entre otros sobre la fauna.
Todos los animales son importantes en el equilibrio de la naturaleza. Es como un reloj que tiene muchas rueditas que trabajan, donde todas son importantes sin importar su tamaño. Pedro Trebbau
Además, produjo un importante material que aborda el origen de los zoológicos; la concepción de zoológico moderno y su importancia para la investigación científica, la reproducción y la conservación de especies; así como los parques zoológicos y acuarios de Venezuela.
Destaca en obra bibliográfica el libro “Venezuela y sus tortugas” (1984). Escrito junto al científico estadounidense Peter Pritchard, recoge los resultados de una investigación de dos años, tiempo en que recorrieron el país para estudiar las distintas especies de quelonios que habitan en nuestro territorio. Texto que todavía hoy es referencia obligatoria para consulta sobre el tema.
Una expedición en la que descubrieron en Maracaibo una tortuga de agua dulce desconocida para la ciencia y autóctona del estado Zulia, a la que denominaron inicialmente Phrynops zuliae, hoy conocida por el nombre científico Mesoclemmys zuliae y popularmente como Cabezón del Zulia, tortuga cabezona o tortuga cabeza de sapo del Zulia.
Con información de Pedro Trebbau (Sitio Web), Acta Botánica Venezuelica publicada en Scielo y Medium
Fotografías de Pedro Trebbau Sitio Web
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